La reutilización de materiales, la cultura medioambiental y la eficiencia energética son aspectos del proceso de trabajo que SOLOGAS lleva en su ADN. En una empresa cuyo día a día trabaja en el tratamiento de distintos tipos de residuos y que transforma desechos con una valorización cercana al 100%, el modelo de economía circular es una apuesta natural.

A partir de los distintos residuos orgánicos tratados en la planta de SOLOGAS se elaboran fertilizantes y energía, que son empleados para obtener nuevas materias primas, tanto en las industrias de las que proceden como de nuestra propia planta. Los residuos urbanos (FORSU), los  agroalimentarios y vegetales, lodos de depuración, así como los subproductos animales no destinados al consumo humano (SANDACH), son valorizados en las plantas de compostaje y biodigestión de nuestro centro de As Somozas

A través del proceso de digestión aeróbica, en la planta de compostaje se  transforman los residuos orgánicos en recursos agrícolas (compost y tecnosuelo), y la planta de biogás de nuestras instalaciones permite, mediante el proceso de codigestión anaerobia, convertirlos en energía y fertilizante líquido.

Además, en la planta de líquidos de SOLOGAS, los residuos líquidos, peligrosos y no peligrosos, generados en el propio centro son valorizados en forma de agua. Lo hace a través de sus tres líneas de proceso: tratamiento físicoquimico, planta de evaporación y estación de depuración de aguas residuales industriales.

Este modelo de sostenibilidad traspasa la mera responsabilidad energética, ya que SOLOGAS genera en este proceso empleo y una reducción de explotación de recursos naturales así de emisión de gases de efecto invernadero, siendo por tanto la economía circular una de las bases fundamentales de nuestra política de RSC.